¿POR QUÉ ES IMPORTANTE HABLAR DE ENFERMEDADES AUTOINMUNES?

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Las enfermedades autoinmunes son representadas como una afección, en la que el sistema inmunológico ataca a los tejidos sanos propios pues los confunde como tejidos ajenos. La mayor parte de las patologías autoinmunes generan inflamación que perjudica muchos órganos. Los signos e indicios habituales son cansancio, fiebre, dolor en los músculos, dolor e hinchazón en las articulaciones, inconvenientes de la dermis, dolor en el vientre, inconvenientes de digestión y glándulas aumentadas de tamaño.

La alimentación es un pilar fundamental, así como el ejercicio, además de nutrientes implicados en la preservación adecuada del sistema inmunitario, son los pilares de una buena salud.

Muchas sociedades científicas internacionales reconocen que varias vitaminas o minerales (cobre, folato, hierro, selenio, zinc o vitaminas A, B6, B12, C y D) participan en el adecuado desempeño del sistema inmunológico. Frente a una situación de clara deficiencia de un nutriente implicado en el sistema inmunológico, tomarlo puede tener un impacto en la respuesta inmune. Puntualizan además que la ingesta de vitamina C ayuda con la optimización del sistema inmunitario.

¿Cómo afecta el estrés al sistema inmune?

Aunque esto puede perjudicar a todos los órganos y funcionalidades orgánicas, sus efectos se concentran sobre el corazón y sistema cardiovascular, que se ve obligado a laborar de manera forzada, y sobre el sistema inmunológico, que disminuye su efectividad, lo cual causa una disminución en éste. En casos de estrés se libera cortisol, esta hormona aumenta la participación de nuestro cuerpo de una manera intensa, el cortisol puede ocasionar efectos nocivos en el sistema inmunológico, favoreciendo una más grande predisposición a enfermar.

¿Cuáles son consideradas enfermedades autoinmunes?

Una patología autoinmune es una afección en la que el sistema inmunológico ataca equivocadamente al cuerpo humano. El sistema inmunitario comúnmente salvaguarda contra gérmenes como bacterias y virus. Una vez que detecta a dichos invasores extranjeros, envía un batallón de células militares para atacarlos. Comúnmente, el sistema inmunológico puede distinguir entre células extrañas y sus propias células. En una patología autoinmune, el sistema inmunológico toma ciertas piezas corporales, como las articulaciones o la dermis, como algo extraño.

No obstante, varias personas tienen mayor posibilidad de desarrollar una patología autoinmune que otras. Según un análisis de 2014, las damas poseen el doble de posibilidad de contraer patologías autoinmunes comparativamente con los hombres: 6.4% de féminas comparado con 2.7 % de hombres. La patología empieza a lo largo de la edad fértil de la dama (entre los 15 y los 44 años). Varias patologías autoinmunes son más frecuentes en determinados grupos étnicos. Ciertas patologías autoinmunes, como la esclerosis múltiple y el lupus, son hereditarias. No todos los miembros del núcleo familiar van a tener la misma patología precisamente, pero heredarán la predisposición a una patología autoinmune. Ya que la incidencia de patologías autoinmunes está incrementando, los estudiosos sospechan que además podrían estar relacionados componentes del medio ambiente como las infecciones y la exposición a químicos o solventes.

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